viernes, 17 de febrero de 2012

Terapias alternativas

Esas grandes desconocidas. Un “saco roto” de “rarezas” pero con un trasfondo común: buscar el bienestar personal y la autosanación.
Nuestro potencial mental es inmenso y creer que se puede, pensar en positivo, hace que se pueda. Aquí se aplica la máxima de “querer es poder”.
Pocas líneas para albergar muchos conocimientos, así que es mejor abrir boca y dejar que cada uno indague. Crear la necesidad y buscar la terapia adecuada.
Con bebés y niños nos volvemos especialmente dirigidos. Pasamos por el canal esperado y no dejamos fluir nuestro lado más natural haciendo en ocasiones caso omiso al sentido común. ¿Por qué no  innovar? Desde la colorterapia y la risoterapia que podemos llevar a cabo a diario con nuestros hijos hasta las técnicas más específicas como el masaje metamórfico (terapia prenatal y metamorfosis, que activa nuestros sentido más dormidos a través de ciertos puntos de la cabeza, las manos y los pies), existen multitud de artes que podemos desarrollar con nuestros pequeños: el masaje infantil con aceites esenciales (aromaterapia), reiki para bebés y padres (reiki significa “energía del universo” y es una de las técnicas más sencillas de curación y crecimiento personal a través de re-equilibrados energéticos), craneo-sacral (presión que se ejerce para curar, liberar estrés y descongestionar), flores de Bach  y flores del mediterráneo (esencias que se utilizan para conseguir mejorar distintos aspectos a través del concentrado de distintos tipos de flores), coaching nutricional
Por supuesto, la continuidad es la base del funcionamiento de las mismas pero ante todo, siempre que quieras poner en práctica alguna de ella, habla con un profesional, busca referencias y déjate llevar. En este tipo de sector existe mucho intrusismo, pero podrás diferencias a un buen terapeuta ya que te explica cada proceso, intenta que lo hagas tuyo y su motivación final no es la recompensa económica.